Bem-aventurado aquele que lê, e os que ouvem as palavras desta profecia, e guardam as coisas que nela estão escritas porque o tempo está próximo. Apocalipse 1.3.
<> ESCUCHA, oh Dios, mi oración, Y no te escondas de mi súplica.
2
Estáme atento, y respóndeme: Clamo en mi oración, y levanto el grito,
3
A causa de la voz del enemigo, Por la opresión del impío Porque echaron sobre mí iniquidad, Y con furor me han amenazado.
4
Mi corazón está doloroso dentro de mí, Y terrores de muerte sobre mí han caído.
5
Temor y temblor vinieron sobre mí, Y terror me ha cubierto.
6
Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.
7
Ciertamente huiría lejos: Moraría en el desierto. (Selah.)
8
Apresuraríame á escapar Del viento tempestuoso, de la tempestad.
9
Deshace, oh Señor, divide la lengua de ellos Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.
10
Día y noche la rodean sobre sus muros E iniquidad y trabajo hay en medio de ella.
11
Agravios hay en medio de ella, Y el fraude y engaño no se apartan de sus plazas.
12
Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él:
13
Mas tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar:
14
Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, A la casa de Dios andábamos en compañía.
15
Condenados sean á muerte, Desciendan vivos al infierno: Porque maldades hay en su compañía, entre ellos.
16
Yo á Dios clamaré Y Jehová me salvará.
17
Tarde y mañana y á medio día oraré y clamaré Y él oirá mi voz.
18
El ha redimido en paz mi alma de la guerra contra mí Pues fueron contra mí muchos.
19
Dios oirá, y los quebrantará luego, El que desde la antigüedad permanece (Selah) Por cuanto no se mudan, Ni temen á Dios.
20
Extendió sus manos contra sus pacíficos: Viólo su pacto.
21
Ablandan más que manteca su boca, Pero guerra hay en su corazón: Suavizan sus palabras más que el aceite, Mas ellas son cuchillos.
22
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará No dejará para siempre caído al justo.
23
Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de la sepultura: Los hombres sanguinarios y engañadores no demediarán sus días: Empero yo confiaré en ti.