Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está cerca.Apocalipsis 1.3.
AHORA cantaré por mi amado el cantar de mi amado á su viña. Tenía mi amado una viña en un recuesto, lugar fértil.
2
Habíala cercado, y despedregádola, y plantádola de vides escogidas: había edificado en medio de ella una torre, y también asentado un lagar en ella: y esperaba que llevase uvas, y llevó uvas silvestres.
3
Ahora pues, vecinos de Jerusalem y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña.
4
¿Qué más se había de hacer á mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que llevase uvas, ha llevado uvas silvestres?
5
Os mostraré pues ahora lo que haré yo á mi viña: Quitaréle su vallado, y será para ser consumida aportillaré su cerca, y será para ser hollada
6
Haré que quede desierta no será podada ni cavada, y crecerá el cardo y las espinas: y aun á las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella.
7
Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta suya deleitosa. Esperaba juicio, y he aquí vileza justicia, y he aquí clamor.
8
¡Ay de los que juntan casa con casa, y allegan heredad á heredad hasta acabar el término! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?
9
Ha llegado á mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas.
10
Y diez huebras de viña producirán un zaque, y treinta modios de simiente darán tres modios.
11
¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!
12
Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas, y vino y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos.
13
Por tanto mi pueblo fué llevado cautivo, porque no tuvo ciencia: y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed.
14
Por eso ensanchó su interior el sepulcro, y sin medida extendió su boca y allá descenderá la gloria de ellos, y su multitud, y su fausto, y el que en él se holgaba.
15
Y el hombre será humillado, y el varón será abatido, y bajados serán los ojos de los altivos.
16
Mas Jehová de los ejércitos será ensalzado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia.
17
Y los corderos serán apacentados según su costumbre y extraños comerán las gruesas desamparadas.
18
¡Ay de los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta,
19
Los cuales dicen: Venga ya, apresúrese su obra, y veamos: acérquese, y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo sepamos!
20
¡Ay de los que á lo malo dicen bueno, y á lo bueno malo que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
21
¡Ay de los sabios en sus ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!
22
¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida
23
Los que dan por justo al impío por cohechos, y al justo quitan su justicia!
24
Por tanto, como la lengua del fuego consume las aristas, y la llama devora la paja, así será su raíz como pudrimiento, y su flor se desvanecerá como polvo: porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.
25
Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, é hirióle y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, antes está su mano todavía extendida.
26
Y alzará pendón á gentes de lejos, y silbará al que está en el cabo de la tierra y he aquí que vendrá pronto y velozmente.
27
No habrá entre ellos cansado, ni que vacile ninguno se dormirá ni le tomará sueño á ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus zapatos.
28
Sus saetas amoladas, y todos sus arcos entesados las uñas de sus caballos parecerán como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino.
29
Su bramido como de león rugirá á manera de leoncillos, rechinará los dientes, y arrebatará la presa la apañara, y nadie se la quitará.
30
Y bramará sobre él en aquel día como bramido de la mar: entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz.