Blessed is he that readeth, and they that hear the words of the prophecy, and keep the things that are written therein: for the time is at hand. Revelation 1.3.
LAS moscas muertas hacen heder y dar mal olor el perfume del perfumista: así una pequeña locura, al estimado por sabiduría y honra.
2
El corazón del sabio está á su mano derecha mas el corazón del necio á su mano izquierda.
3
Y aun mientras va el necio por el camino, fálta le, su cordura, y dice á todos, que es necio.
4
Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar porque la lenidad hará cesar grandes ofensas.
5
Hay un mal que debajo del sol he visto, á manera de error emanado del príncipe:
6
La necedad está colocada en grandes alturas, y los ricos están sentados en lugar bajo.
7
Vi siervos en caballos, y príncipes que andaban como siervos sobre la tierra.
8
El que hiciere el hoyo caerá en él y el que aportillare el vallado, morderále la serpiente.
9
El que mudare las piedras, trabajo tendrá en ellas: el que cortare la leña, en ella peligrará.
10
Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza: empero excede la bondad de la sabiduría.
11
Muerde la serpiente cuando no está encantada, y el lenguaraz no es mejor.
12
Las palabras de la boca del sabio son gracia mas los labios del necio causan su propia ruina.
13
El principio de las palabras de su boca es necedad y el fin de su charla nocivo desvarío.
14
El necio multiplica palabras: no sabe hombre lo que ha de ser ¿y quién le hará saber lo que después de él será?
15
El trabajo de los necios los fatiga porque no saben por dónde ir á la ciudad.
16
¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes comen de mañana!
17
¡Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen á su hora, por refección, y no por el beber!
18
Por la pereza se cae la techumbre, y por flojedad de manos se llueve la casa.
19
Por el placer se hace el convite, y el vino alegra los vivos: y el dinero responde á todo.
20
Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en los secretos de tu cámara digas mal del rico porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.