Isaias 46Isaias 471 Timoteo 3Isaias 46
1
POSTROSE Bel, abatióse Nebo sus simulacros fueron puestos sobre bestias, y sobre animales de carga: os llevarán cargados de vosotros, carga penosa.
2
Fueron humillados, fueron abatidos juntamente no pudieron escaparse de la carga, sino que tuvieron ellos mismos que ir en cautiverio.
3
Oidme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz.
4
Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo: yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.
5
¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y me comparáis, para que sea semejante?
6
Sacan oro del talego, y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ello humíllanse y adoran.
7
Echanselo sobre los hombros, llévanlo, y asiéntanlo en su lugar allí se está, y no se mueve de su sitio. Danle voces, y tampoco responde, ni libra de la tribulación.
8
Acordaos de esto, y tened vergüenza, tornad en vosotros, prevaricadores.
9
Acordaos de las cosas pasadas desde el siglo porque yo soy Dios, y no hay más Dios, y nada hay á mí semejante
10
Que anuncio lo por venir desde el principio, y desde antiguo lo que aun no era hecho que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quisiere
11
Que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir: he lo pensado, y también lo haré.
12
Oidme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia.
13
Haré que se acerque mi justicia, no se alejará: y mi salud no se detendrá. Y pondré salud en Sión, y mi gloria en Israel.
topoIsaias 47
1
DESCIENDE, y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia, siéntate en la tierra sin trono, hija de los Caldeos: que nunca más te llamarán tierna y delicada.
2
Toma el molino, y muele harina: descubre tus guedejas, descalza los pies, descubre las piernas, pasa los ríos.
3
Descubierta será tu vergüenza, y tu deshonor será visto: tomaré venganza, y no encontraré hombre.
4
Nuestro Redentor, Jehová de los ejércitos es su nombre, el Santo de Israel.
5
Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los Caldeos: porque nunca más te llamarán señora de reinos.
6
Enojéme contra mi pueblo, profané mi heredad, y entreguélos en tu mano: no les hiciste misericordias sobre el viejo agravaste mucho tu yugo.
7
Y dijiste: Para siempre seré señora: y no has pensado en esto, ni te acordaste de tu postrimería.
8
Oye pues ahora esto, delicada, la que está sentada confiadamente, la que dice en su corazón: Yo soy, y fuera de mí no hay más no quedaré viuda, ni conoceré orfandad.
9
Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y viudez: en toda su perfección vendrán sobre ti, por la multitud de tus adivinanzas, y por la copia de tus muchos agüeros.
10
Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y no más.
11
Vendrá pues sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás: caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás remediar: y destrucción que no sabrás, vendrá de repente sobre ti.
12
Estáte ahora en tus encantamentos, y con la multitud de tus agüeros, en los cuales te fatigaste desde tu niñez quizá podrás mejorarte, quizá te fortificarás.
13
Haste fatigado en la multitud de tus consejos. Parezcan ahora y defiéndante los contempladores de los cielos, los especuladores de las estrellas, los que contaban los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti.
14
He aquí que serán como tamo fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama no quedará brasa para calentarse, ni lumbre á la cual se sienten.
15
Así te serán aquellos con quienes te fatigaste, tus negociantes desde tu niñez: cada uno echará por su camino, no habrá quien te salve.
topo1 Timoteo 3
1
PALABRA fiel: Si alguno apetece obispado, buena obra desea.
2
Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar
3
No amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias, sino moderado, no litigioso, ajeno de avaricia
4
Que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad
5
(Porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)
6
No un neófito, porque inflándose no caiga en juicio del diablo.
7
También conviene que tenga buen testimonio de los extraños, porque no caiga en afrenta y en lazo del diablo.
8
Los diáconos asimismo, deben ser honestos, no bilingües, no dados á mucho vino, no amadores de torpes ganancias
9
Que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia.
10
Y éstos también sean antes probados y así ministren, si fueren sin crimen.
11
Las mujeres asimismo, honestas, no detractoras, templadas, fieles en todo.
12
Los diáconos sean maridos de una mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
13
Porque los que bien ministraren, ganan para sí buen grado, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
14
Esto te escribo con esperanza que iré presto á ti:
15
Y si no fuere tan presto, para que sepas cómo te conviene conversar en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad.
16
Y sin cotradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne ha sido justificado con el Espíritu ha sido visto de los ángeles ha sido predicado á los Gentiles ha sido creído en el mundo ha sido recibido en gloria.
topo