Isaias 50Isaias 511 Timoteo 5Isaias 50
1
ASI dijo Jehová: ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿ó quiénes son mis acreedores, á quienes os he yo vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos, y por vuestras rebeliones fué repudiada vuestra madre:
2
Porque vine, y nadie pareció llamé, y nadie respondió. ¿Ha llegado á acortarse mi mano, para no redimir? ¿no hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar la mar torno los ríos en desierto, hasta pudrirse sus peces, y morirse de sed por falta de agua.
3
Visto de oscuridad los cielos, y torno como saco su cobertura.
4
El Señor Jehová me dió lengua de sabios, para saber hablar en sazón palabra al cansado despertará de mañana, despertaráme de mañana oído, para que oiga como los sabios.
5
El Señor Jehová me abrió el oído, y yo no fuí rebelde, ni me torné atrás.
6
Dí mi cuerpo á los heridores, y mis mejillas á los que me mesaban el cabello: no escondí mi rostro de las injurias y esputos.
7
Porque el Señor Jehová me ayudará por tanto no me avergoncé: por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado.
8
Cercano está de mí el que me justifica ¿quién contenderá conmigo? juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? acérquese á mí.
9
He aquí que el Señor Jehová me ayudará ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos como ropa de vestir se envejecerán, los comerá polilla.
10
¿Quién hay entre vosotros que teme á Jehová, y oye la voz de su siervo? el que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.
11
He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y estáis cercados de centellas: andad á la luz de vuestro fuego, y á las centellas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto en dolor seréis sepultados.
topoIsaias 51
1
OIDME, los que seguís justicia, los que buscáis á Jehová: mirad á la piedra de donde fuisteis cortados, y á la caverna de la fosa de donde fuisteis arrancados.
2
Mirad á Abraham vuestro padre, y á Sara que os parió porque solo lo llamé, y bendíjelo, y multipliquélo.
3
Ciertamente consolará Jehová á Sión: consolará todas sus soledades, y tornará su desierto como paraíso, y su soledad como huerto de Jehová hallarse ha en ella alegría y gozo, alabanza y voz de cantar.
4
Estad atentos á mí, pueblo mío, y oidme, nación mía porque de mí saldrá la ley, y mi juicio descubriré para luz de pueblos.
5
Cercana está mi justicia, salido ha mi salud, y mis brazos juzgarán á los pueblos: á mí esperarán las islas, y en mi brazo pondrán su esperanza.
6
Alzad á los cielos vuestros ojos, y mirad abajo á la tierra: porque los cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus moradores: mas mi salud será para siempre, mi justicia no perecerá.
7
Oidme, los que conocéis justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis afrenta de hombre, ni desmayéis por sus denuestos.
8
Porque como á vestidura los comerá polilla, como á lana los comerá gusano mas mi justicia permanecerá perpetuamente, y mi salud por siglos de siglos.
9
Despiértate, despiértate, vístete de fortaleza, oh brazo de Jehová despiértate como en el tiempo antiguo, en los siglos pasados. ¿No eres tú el que cortó á Rahab, y el que hirió al dragón?
10
¿No eres tú el que secó la mar, las aguas del grande abismo el que al profundo de la mar tornó en camino, para que pasasen los redimidos?
11
Cierto, tornarán los redimidos de Jehová, volverán á Sión cantando, y gozo perpetuo será sobre sus cabezas: poseerán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.
12
Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, del hijo del hombre, que por heno será contado?
13
Y haste ya olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir: mas ¿en dónde está el furor del que aflige?
14
El preso se da prisa para ser suelto, por no morir en la mazmorra, ni que le falte su pan.
15
Empero yo Jehová, que parto la mar, y suenan sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
16
Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, para que plantase los cielos y fundase la tierra, y que dijese á Sión: Pueblo mío eres tú.
17
Despierta, despierta, levántate, oh Jerusalem, que bebiste de la mano de Jehová el cáliz de su furor las heces del cáliz de aturdimiento bebiste, y chupaste.
18
De todos los hijos que parió, no hay quien la gobierne ni quien la tome por su mano de todos los hijos que crió.
19
Estas dos cosas te han acaecido ¿quién se dolerá de ti? asolamiento y quebrantamiento, hambre y espada. ¿Quién te consolará?
20
Tus hijos desmayaron, estuvieron tendidos en las encrucijadas de todos los caminos, como buey montaraz en la red, llenos del furor de Jehová, de la ira del Dios tuyo.
21
Oye pues ahora esto, miserable, ebria, y no de vino:
22
Así dijo tu Señor Jehová, y tu Dios, el cual pleitea por su pueblo: He aquí he quitado de tu mano el cáliz de aturdimiento, la hez del cáliz de mi furor nunca más lo beberás:
23
Y ponerlo he en mano de tus angustiadores que dijeron á tu alma: Encórvate, y pasaremos. Y tú pusiste tu cuerpo como tierra, y como camino, á los que pasan.
topo1 Timoteo 5
1
NO reprendas al anciano, sino exhórtale como á padre: á los más jóvenes, como á hermanos
2
A las ancianas, como á madres á las jovencitas, como á hermanas, con toda pureza.
3
Honra á las viudas que en verdad son viudas.
4
Pero si alguna viuda tuviere hijos, ó nietos, aprendan primero á gobernar su casa piadosamente, y á recompensar á sus padres: porque esto es lo honesto y agradable delante de Dios.
5
Ahora, la que en verdad es viuda y solitaria, espera en Dios, y es diligente en suplicaciones y oraciones noche y día.
6
Pero la que vive en delicias, viviendo está muerta.
7
Denuncia pues estas cosas, para que sean sin reprensión.
8
Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.
9
La viuda sea puesta en clase especial, no menos que de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido.
10
Que tenga testimonio en buenas obras si crió hijos si ha ejercitado la hospitalidad si ha lavado los pies de los santos si ha socorrido á los afligidos si ha seguido toda buena obra.
11
Pero viudas más jóvenes no admitas: porque después de hacerse licenciosas contra Cristo, quieren casarse.
12
Condenadas ya, por haber falseado la primera fe.
13
Y aun también se acostrumbran á ser ociosas, á andar de casa en casa y no solamente ociosas, sino también parleras y curiosas, hablando lo que no conviene.
14
Quiero pues, que las que son jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen la casa que ninguna ocasión den al adversario para maldecir.
15
Porque ya algunas han vuelto atrás en pos de Satanás.
16
Si algún fiel ó alguna fiel tiene viudas, manténgalas, y no sea gravada la iglesia á fin de que haya lo suficiente para las que de verdad son viudas.
17
Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doblada honra mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.
18
Porque la Escritura dice: No embozarás al buey que trilla y: Digno es el obrero de su jornal.
19
Contra el anciano no recibas acusación sino con dos ó tres testigos.
20
A los que pecaren, repréndelos delante de todos, para que los otros también teman.
21
Te requiero delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin perjuicio de nadie, que nada hagas inclinándote á la una parte.
22
No impongas de ligero las manos á ninguno, ni comuniques en pecados ajenos: consérvate en limpieza.
23
No bebas de aquí adelante agua, sino usa de un poco de vino por causa del estómago, y de tus continuas enfermedades.
24
Los pecados de algunos hombres, antes que vengan ellos á juicio, son manifiestos mas á otros les vienen después.
25
Asimismo las buenas obras antes son manifiestas y las que son de otra manera, no pueden esconderse.
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