Sabed pues, que Jehová hizo apartar al pío para sí: Jehová oirá cuando yo á él clamare. Salmo 4.3
Leitura diária na versão Rayana Valera - Espanhol


Levitico 25
Hechos de los Apóstopoles 8.9-40

Levitico 25


1
Y JEHOVA habló á Moisés en el monte de Sinaí, diciendo:
2
Habla á los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra hará sábado á Jehová.
3
Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña, y cogerás sus frutos
4
Y el séptimo año la tierra tendrá sábado de holganza, sábado á Jehová: no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña.
5
Lo que de suyo se naciere en tu tierra segada, no lo segarás y las uvas de tu viñedo no vendimiarás: año de holganza será á la tierra.
6
Mas el sábado de la tierra os será para comer á ti, y á tu siervo, y á tu sierva, y á tu criado, y á tu extranjero que morare contigo:
7
Y á tu animal, y á la bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer.
8
Y te has de contar siete semanas de años, siete veces siete años de modo que los días de las siete semanas de años vendrán á serte cuarenta y nueve años.
9
Entonces harás pasar la trompeta de jubilación en el mes séptimo á los diez del mes el día de la expiación haréis pasar la trompeta por toda vuestra tierra.
10
Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra á todos sus moradores: este os será jubileo y volveréis cada uno á su posesión, y cada cual volverá á su familia.
11
El año de los cincuenta años os será jubileo: no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos:
12
Porque es jubileo: santo será á vosotros el producto de la tierra comeréis.
13
En este año de jubileo volveréis cada uno á su posesión.
14
Y cuando vendiereis algo á vuestro prójimo, ó comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano:
15
Conforme al número de los años después del jubileo comprarás de tu prójimo conforme al número de los años de los frutos te venderá él á ti.
16
Conforme á la multitud de los años aumentarás el precio, y conforme á la disminución de los años disminuirás el precio porque según el número de los rendimientos te ha de vender él.
17
Y no engañe ninguno á su prójimo mas tendrás temor de tu Dios: porque yo soy Jehová vuestro Dios.
18
Ejecutad, pues, mis estatutos, y guardad mis derechos, y ponedlos por obra, y habitaréis en la tierra seguros
19
Y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta hartura, y habitaréis en ella con seguridad.
20
Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? he aquí no hemos de sembrar, ni hemos de coger nuestros frutos:
21
Entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y hará fruto por tres años.
22
Y sembraréis el año octavo, y comeréis del fruto añejo hasta el año noveno, hasta que venga su fruto comeréis del añejo.
23
Y la tierra no se venderá rematadamente, porque la tierra mía es que vosotros peregrinos y extranjeros sois para conmigo.
24
Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión, otorgaréis redención á la tierra.
25
Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, vendrá el rescatador, su cercano, y rescatará lo que su hermano hubiere vendido.
26
Y cuando el hombre no tuviere rescatador, si alcanzare su mano, y hallare lo que basta para su rescate
27
Entonces contará los años de su venta, y pagará lo que quedare al varón á quien vendió, y volverá á su posesión.
28
Mas si no alcanzare su mano lo que basta para que vuelva á él, lo que vendió estará en poder del que lo compró hasta el año del jubileo y al jubileo saldrá, y él volverá á su posesión.
29
Y el varón que vendiere casa de morada en ciudad cercada, tendrá facultad de redimirla hasta acabarse el año de su venta: un año será el término de poderse redimir.
30
Y si no fuere redimida dentro de un año entero, la casa que estuviere en la ciudad murada quedará para siempre por de aquel que la compró, y para sus descendientes: no saldrá en el jubileo.
31
Mas las casas de las aldeas que no tienen muro alrededor, serán estimadas como una haza de tierra: tendrán redención, y saldrán en el jubileo.
32
Pero en cuanto á las ciudades de los Levitas, siempre podrán redimir los Levitas las casas de las ciudades que poseyeren.
33
Y el que comprare de los Levitas, saldrá de la casa vendida, ó de la ciudad de su posesión, en el jubileo: por cuanto las casas de las ciudades de los Levitas es la posesión de ellos entre los hijos de Israel.
34
Mas la tierra del ejido de sus ciudades no se venderá, porque es perpetua posesión de ellos.
35
Y cuando tu hermano empobreciere, y se acogiere á ti, tú lo ampararás: como peregrino y extranjero vivirá contigo.
36
No tomarás usura de él, ni aumento mas tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo.
37
No le darás tu dinero á usura, ni tu vitualla á ganancia:
38
Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro Dios.
39
Y cuando tu hermano empobreciere, estando contigo, y se vendiere á ti, no le harás servir como siervo:
40
Como criado, como extranjero estará contigo hasta el año del jubileo te servirá.
41
Entonces saldrá de contigo, él y sus hijos consigo, y volverá á su familia, y á la posesión de sus padres se restituirá.
42
Porque son mis siervos, los cuales saqué yo de la tierra de Egipto: no serán vendidos á manera de siervos.
43
No te enseñorearás de él con dureza, mas tendrás temor de tu Dios.
44
Así tu siervo como tu sierva que tuvieres, serán de las gentes que están en vuestro alrededor: de ellos compraréis siervos y siervas.
45
También compraréis de los hijos de los forasteros que viven entre vosotros, y de los que del linaje de ellos son nacidos en vuestra tierra, que están con vosotros los cuales tendréis por posesión:
46
Y los poseeréis por juro de heredad para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria para siempre os serviréis de ellos empero en vuestros hermanos los hijos de Israel, no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza.
47
Y si el peregrino ó extranjero que está contigo, adquiriese medios, y tu hermano que está con él empobreciere, y se vendiere al peregrino ó extranjero que está contigo, ó á la raza de la familia del extranjero
48
Después que se hubiere vendido, podrá ser rescatado: uno de sus hermanos lo rescatará
49
O su tío, ó el hijo de su tío lo rescatará, ó el cercano de su carne, de su linaje, lo rescatará ó si sus medios alcanzaren, él mismo se redimirá.
50
Y contará con el que lo compró, desde el año que se vendió á él hasta el año del jubileo: y ha de apreciarse el dinero de su venta conforme al número de los años, y se hará con él conforme al tiempo de un criado asalariado.
51
Si aún fueren muchos años, conforme á ellos volverá para su rescate del dinero por el cual se vendió.
52
Y si quedare poco tiempo hasta el año del jubileo, entonces contará con él, y devolverá su rescate conforme á sus años.
53
Como con tomado á salario anualmente hará con él: no se enseñoreará en él con aspereza delante de tus ojos.
54
Mas si no se redimiere en esos años, en el año del jubileo saldrá, él, y sus hijos con él.
55
Porque mis siervos son los hijos de Israel son siervos míos, á los cuales saqué de la tierra de Egipto: Yo Jehová vuestro Dios.

topo

Hechos de los Apóstopoles 8

9-40
9
Y había un hombre llamado Simón, el cual había sido antes mágico en aquella ciudad, y había engañado la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande:
10
Al cual oían todos atentamente desde al más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es la gran virtud de Dios.
11
Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los había embelesado mucho tiempo.
12
Mas cuando creyeron á Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
13
El mismo Simón creyó también entonces, y bautizándose, se llegó á Felipe: y viendo los milagros y grandes maravillas que se hacían, estaba atónito.
14
Y los apóstoles que estaban en Jerusalem, habiendo oído que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron á Pedro y á Juan:
15
Los cuales venidos, oraron por ellos, para que recibiesen el Espíritu Santo
16
(Porque aun no había descendido sobre ninguno de ellos, mas solamente eran bautizados en el nombre de Jesús.)
17
Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo.
18
Y como vió Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,
19
Diciendo: Dadme también á mí esta potestad, que á cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el Espíritu Santo.
20
Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se gane por dinero.
21
No tienes tú parte ni suerte en este negocio porque tu corazón no es recto delante de Dios.
22
Arrepiéntete pues de esta tu maldad, y ruega á Dios, si quizás te será perdonado el pensamiento de tu corazón.
23
Porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.
24
Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, que ninguna cosa de estas que habéis dicho, venga sobre mí.
25
Y ellos, habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se volvieron á Jerusalem, y en muchas tierras de los Samaritanos anunciaron el evangelio.
26
Empero el ángel de Señor habló á Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el mediodía, al camino que desciende de Jerusalem á Gaza, el cual es desierto.
27
Entonces él se levantó, y fué: y he aquí un Etiope, eunuco, gobernador de Candace, reina de los Etiopes, el cual era puesto sobre todos sus tesoros, y había venido á adorar á Jerusalem,
28
Se volvía sentado en su carro, y leyendo el profeta Isaías.
29
Y el Espíritu dijo á Felipe: Llégate, y júntate á este carro.
30
Y acudiendo Felipe, le oyó que leía el profeta Isaías, y dijo: Mas ¿entiendes lo que lees?
31
Y dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó á Felipe que subiese, y se sentase con él.
32
Y el lugar de la Escritura que leía, era éste: Como oveja á la muerte fué llevado Y como cordero mudo delante del que le trasquila, Así no abrió su boca:
33
En su humillación su juicio fué quitado: Mas su generación, ¿quién la contará? Porque es quitada de la tierra su vida.
34
Y respondiendo el eunuco á Felipe, dijo: Ruégote ¿de quién el profeta dice esto? ¿de sí, ó de otro alguno?
35
Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
36
Y yendo por el camino, llegaron á cierta agua y dijo el eunuco: He aquí agua ¿qué impide que yo sea bautizado?
37
Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
38
Y mandó parar el carro: y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco y bautizóle.
39
Y como subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató á Felipe y no le vió más el eunuco, y se fué por su camino gozoso.
40
Felipe empero se halló en Azoto: y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó á Cesarea.

topo
Participe da nossa comunidade
Facebook
Twitter