Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza. Salmo 3.3
Leitura diária na versão Rayana Valera - Español


1 Reys 4
1 Reys 5
1 Reys 6
Santiago 2.1->
Santiago 3.1-13

1 Reys 4


1
FUÉ pues el rey Salomón rey sobre todo Israel.
2
Y estos fueron los príncipes que tuvo: Azarías hijo de Sadoc, sacerdote
3
Elioreph y Ahía, hijos de Sisa, escribas Josaphat hijo de Ahilud, canciller
4
Benaía hijo de Joiada era sobre el ejército y Sadoc y Abiathar eran los sacerdotes
5
Azaría hijo de Nathán era sobre los gobernadores Zabud hijo de Nathán era principal oficial, amigo del rey
6
Y Ahisar era mayordomo y Adoniram hijo de Abda era sobre el tributo.
7
Y tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey y á su casa. Cada uno de ellos estaba obligado á abastecer por un mes en el año.
8
Y estos son los nombres de ellos: el hijo de Hur en el monte de Ephraim
9
El hijo de Decar, en Maccas, y en Saalbim, y en Beth-semes, y en Elón, y en Beth-hanan
10
El hijo de Hesed, en Aruboth éste tenía también á Sochô y toda la tierra de Ephet.
11
El hijo de Abinadab, en todos los términos de Dor: éste tenía por mujer á Thaphat hija de Salomón
12
Baana hijo de Ahilud, en Taanach y Megiddo, y en toda Beth-san, que es cerca de Zaretán, por bajo de Jezreel, desde Beth-san hasta Abel-mehola, y hasta la otra parte de Jocmeam
13
El hijo de Geber, en Ramoth de Galaad éste tenía también las ciudades de Jair hijo de Manasés, las cuales estaban en Galaad tenía también la provincia de Argob, que era en Basán, sesenta grandes ciudades con muro y cerraduras de bronce
14
Ahinadab hijo de Iddo, en Mahanaim
15
Ahimaas en Nephtalí éste tomó también por mujer á Basemath hija de Salomón.
16
Baana hijo de Husai, en Aser y en Aloth
17
Josaphat hijo de Pharua, en Issachâr
18
Semei hijo de Ela, en Benjamín
19
Geber hijo de Uri, en la tierra de Galaad, la tierra de Sehón rey de los Amorrheos, y de Og rey de Basán éste era el único gobernador en aquella tierra.
20
Judá é Israel eran muchos, como la arena que está junto á la mar en multitud, comiendo y bebiendo y alegrándose.
21
Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos, desde el río de la tierra de los Filisteos hasta el término de Egipto: y traían presentes, y sirvieron á Salomón todos los días que vivió.
22
Y la despensa de Salomón era cada día treinta coros de flor de harina, y sesenta coros de harina.
23
Diez bueyes engordados, y veinte bueyes de pasto, y cien ovejas sin los ciervos, cabras, búfalos, y aves engordadas.
24
Porque él señoreaba en toda la región que estaba de la otra parte del río, desde Tiphsa hasta Gaza, sobre todos los reyes de la otra parte del río y tuvo paz por todos lados en derredor suyo.
25
Y Judá é Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beer-seba, todos los días de Salomón.
26
Tenía además de esto Salomón cuarenta mil caballos en sus caballerizas para sus carros, y doce mil jinetes.
27
Y estos gobernadores mantenían al rey Salomón, y á todos los que á la mesa del rey Salomón venían, cada uno un mes y hacían que nada faltase.
28
Hacían también traer cebada y paja para los caballos y para las bestias de carga, al lugar donde él estaba, cada uno conforme al cargo que tenía.
29
Y dió Dios á Salomón sabiduría, y prudencia muy grande, y anchura de corazón como la arena que está á la orilla del mar.
30
Que fué mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los Egipcios.
31
Y aun fué más sabio que todos los hombres más que Ethán Ezrahita, y que Emán y Calchôl y Darda, hijos de Mahol: y fué nombrado entre todas las naciones de alrededor.
32
Y propuso tres mil parábolas y sus versos fueron mil y cinco.
33
También disertó de los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó de los animales, de las aves, de los reptiles, y de los peces.
34
Y venían de todos los pueblos á oir la sabiduría de Salomón, y de todos los reyes de la tierra, donde había llegado la fama de su sabiduría.

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1 Reys 5


1
HIRAM rey de Tiro envió también sus siervos á Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por rey en lugar de su padre: porque Hiram había siempre amado á David.
2
Entonces Salomón envió á decir á Hiram:
3
Tú sabes como mi padre David no pudo edificar casa al nombre de Jehová su Dios, por las guerras que le cercaron, hasta que Jehová puso sus enemigos bajo las plantas de sus pies.
4
Ahora Jehová mi Dios me ha dado reposo por todas partes que ni hay adversarios, ni mal encuentro.
5
Yo por tanto he determinado ahora edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, como Jehová lo habló á David mi padre, diciendo: Tu hijo, que yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él edificará casa á mi nombre.
6
Manda pues ahora que me corten cedros del Líbano y mis siervos estarán con los tuyos, y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres: porque tú sabes bien que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar la madera como los Sidonios.
7
Y como Hiram oyó las palabras de Salomón, holgóse en gran manera, y dijo: Bendito sea hoy Jehová, que dió hijo sabio á David sobre este pueblo tan grande.
8
Y envió Hiram á decir á Salomón: He oído lo que me mandaste á decir: yo haré todo lo que te pluguiere acerca de la madera de cedro, y la madera de haya.
9
Mis siervos la llevarán desde el Líbano á la mar y yo la pondré en balsas por la mar hasta el lugar que tú me señalares, y allí se desatará, y tú la tomarás: y tú harás mi voluntad en dar de comer á mi familia.
10
Dió pues Hiram á Salomón madera de cedro y madera de haya todo lo que quiso.
11
Y Salomón daba á Hiram veinte mil coros de trigo para el sustento de su familia, y veinte coros de aceite limpio: esto daba Salomón á Hiram cada un año.
12
Dió pues Jehová á Salomón sabiduría como le había dicho: y hubo paz entre Hiram y Salomón, é hicieron alianza entre ambos.
13
Y el rey Salomón impuso tributo á todo Israel, y el tributo fué de treinta mil hombres:
14
Los cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil, cada mes por su turno, viniendo así á estar un mes en el Líbano, y dos meses en sus casas: y Adoniram estaba sobre aquel tributo.
15
Tenía también Salomón setenta mil que llevaban las cargas, y ochenta mil cortadores en el monte
16
Sin los principales oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, tres mil y trescientos, los cuales tenían cargo del pueblo que hacía la obra.
17
Y mandó el rey que trajesen grandes piedras, piedras de precio, para los cimientos de la casa, y piedras labradas.
18
Y los albañiles de Salomón y los de Hiram, y los aparejadores, cortaron y aparejaron la madera y la cantería para labrar la casa.

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1 Reys 6


1
Y FUÉ en el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, en el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Ziph, que es el mes segundo, que él comenzó á edificar la casa de Jehová.
2
La casa que el rey Salomón edificó á Jehová, tuvo sesenta codos de largo y veinte de ancho, y treinta codos de alto.
3
Y el pórtico delante del templo de la casa, de veinte codos de largo, según la anchura de la casa, y su ancho era de diez codos delante de la casa.
4
E hizo á la casa ventanas anchas por de dentro, y estrechas por de fuera.
5
Edificó también junto al muro de la casa aposentos alrededor, contra las paredes de la casa en derredor del templo y del oráculo: é hizo cámaras alrededor.
6
El aposento de abajo era de cinco codos de ancho, y el de en medio de seis codos de ancho, y el tercero de siete codos de ancho: porque por de fuera había hecho disminuciones á la casa en derredor, para no trabar las vigas de las paredes de la casa.
7
Y la casa cuando se edificó, fabricáronla de piedras que traían ya acabadas de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro.
8
La puerta del aposento de en medio estaba al lado derecho de la casa: y subíase por un caracol al de en medio, y del aposento de en medio al tercero.
9
Labró pues la casa, y acabóla y cubrió la casa con artesonados de cedro.
10
Y edificó asimismo el aposento en derredor de toda la casa, de altura de cinco codos, el cual se apoyaba en la casa con maderas de cedro.
11
Y fué palabra de Jehová á Salomón, diciendo:
12
Esta casa que tú edificas, si anduvieres en mis estatutos, é hicieres mis derechos, y guardares todos mis mandamientos andando en ellos, yo tendré firme contigo mi palabra que hablé á David tu padre
13
Y habitaré en medio de los hijos de Israel, y no dejaré á mi pueblo Israel.
14
Así que, Salomón labró la casa, y acabóla.
15
Y aparejó las paredes de la casa por de dentro con tablas de cedro, vistiéndola de madera por dentro, desde el solado de la casa hasta las paredes de la techumbre: cubrió también el pavimento con madera de haya.
16
Asimismo hizo al cabo de la casa un edificio de veinte codos de tablas de cedro, desde el solado hasta lo más alto y fabricóse en la casa un oráculo, que es el lugar santísimo.
17
Y la casa, á saber, el templo de dentro, tenía cuarenta codos.
18
Y la casa estaba cubierta de cedro por de dentro, y tenía entalladuras de calabazas silvestres y de botones de flores. Todo era cedro ninguna piedra se veía.
19
Y adornó el oráculo por de dentro en medio de la casa, para poner allí el arca del pacto de Jehová.
20
Y el oráculo estaba en la parte de adentro, el cual tenía veinte codos de largo, y otros veinte de ancho, y otros veinte de altura y vistiólo de oro purísimo: asimismo cubrió el altar de cedro.
21
De suerte que vistió Salomón de oro puro la casa por de dentro, y cerró la entrada del oráculo con cadenas de oro, y vistiólo de oro.
22
Cubrió pues de oro toda la casa hasta el cabo y asimismo vistió de oro todo el altar que estaba delante del oráculo.
23
Hizo también en el oráculo dos querubines de madera de oliva, cada uno de altura de diez codos.
24
La una ala del querubín tenía cinco codos, y la otra ala del querubín otros cinco codos: así que había diez codos desde la punta de la una ala hasta la punta de la otra.
25
Asimismo el otro querubín tenía diez codos porque ambos querubines eran de un tamaño y de una hechura.
26
La altura del uno era de diez codos, y asimismo el otro.
27
Y puso estos querubines dentro de la casa de adentro: los cuales querubines extendían sus alas, de modo que el ala del uno tocaba á la pared, y el ala del otro querubín tocaba á la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una á la otra en la mitad de la casa.
28
Y vistió de oro los querubines.
29
Y esculpió todas las paredes de la casa alrededor de diversas figuras, de querubines, de palmas, y de botones de flores, por de dentro y por de fuera.
30
Y cubrió de oro el piso de la casa, de dentro y de fuera.
31
Y á la entrada del oráculo hizo puertas de madera de oliva y el umbral y los postes eran de cinco esquinas.
32
Las dos puertas eran de madera de oliva y entalló en ellas figuras de querubines y de palmas y de botones de flores, y cubriólas de oro: cubrió también de oro los querubines y las palmas.
33
Igualmente hizo á la puerta del templo postes de madera de oliva cuadrados.
34
Pero las dos puertas eran de madera de haya y los dos lados de la una puerta eran redondos, y los otros dos lados de la otra puerta también redondos.
35
Y entalló en ellas querubines y palmas y botones de flores, y cubriólas de oro ajustado á las entalladuras.
36
Y edificó el atrio interior de tres órdenes de piedras labradas, y de un orden de vigas de cedro.
37
En el cuarto año, en el mes de Ziph, se echaron los cimientos de la casa de Jehová:
38
Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, fué acabada la casa con todas sus pertenencias, y con todo lo necesario. Edificóla pues, en siete años.

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Santiago 2

1->
1
HERMANOS míos, no tengáis la fe de nuestro Señor Jesucristo glorioso en acepción de personas.
2
Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro, y de preciosa ropa, y también entra un pobre con vestidura vil,
3
Y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Siéntate tú aquí en buen lugar: y dijereis al pobre: Estáte tú allí en pie ó siéntate aquí debajo de mi estrado:
4
¿No juzguáis en vosotros mismos, y venís á ser jueces de pensamientos malos?
5
Hermanos míos amados, oid: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido á los que le aman?
6
Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran á los juzgados?
7
¿No blasfeman ellos el buen nombre que fué invocado sobre vosotros?
8
Si en verdad cumplís vosotros la ley real, conforme á la Escritura: Amarás á tu prójimo como á ti mismo, bien hacéis:
9
Mas si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y sois reconvenidos de la ley como transgresores.
10
Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpado de todos.
11
Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no hubieres matado, ya eres hecho transgresor de la ley.
12
Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de libertad.
13
Porque juicio sin misericordia será hecho con aquel que no hiciere misericordia: y la misericordia se gloría contra el juicio.
14
Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
15
Y si el hermano ó la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
16
Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y hartaos pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo: ¿qué aprovechará?
17
Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma.
18
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras: muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
19
Tú crees que Dios es uno bien haces: también los demonios creen, y tiemblan.
20
¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
21
¿No fué justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció á su hijo Isaac sobre el altar?
22
¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fué perfecta por las obras?
23
Y fué cumplida la Escritura que dice: Abraham creyó á Dios, y le fué imputado á justicia, y fué llamado amigo de Dios.
24
Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
25
Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fué justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino?
26
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta.

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Santiago 3

1-13
1
HERMANOS míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
2
Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo.
3
He aquí nosotros ponemos frenos en las bocas de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.
4
Mirad también las naves: aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde quisiere el que las gobierna.
5
Así también, la lengua es un miembro pequeño, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡cuán grande bosque enciende!
6
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así la lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, é inflama la rueda de la creación, y es inflamada del infierno.
7
Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres de la mar, se doma y es domada de la naturaleza humana:
8
Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado llena de veneno mortal.
9
Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos á los hombres, los cuales son hechos á la semejanza de Dios.
10
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas.
11
¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga?
12
Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas, ó la vid higos? Así ninguna fuente puede hacer agua salada y dulce.
13
¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? muestre por buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.

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