Y aconteció que yendo hablando entre sí, y preguntándose el uno al otro, el mismo Jesús se llegó, é iba con ellos juntamente. Lucas 24.15
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2 Rys 16
2 Rys 17
Lucas 7.1-35

2 Rys 16


1
EN el año diecisiete de Peka hijo de Remalías, comenzó á reinar Achâz hijo de Jotham rey de Judá.
2
Cuando comenzó á reinar Achâz, era de veinte años, y reinó en Jerusalem dieciséis años: y no hizo lo recto en ojos de Jehová su Dios, como David su padre
3
Antes anduvo en el camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar por el fuego á su hijo, según las abominaciones de las gentes que Jehová echó de delante de los hijos de Israel.
4
Asimismo sacrificó, y quemó perfumes en los altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol umbroso.
5
Entonces Resín rey de Siria, y Peka hijo de Remalías rey de Israel, subieron á Jerusalem para hacer guerra, y cercar á Achâz mas no pudieron tomarla.
6
En aquel tiempo Resín rey de Siria restituyó Elath á Siria, y echó á los Judíos de Elath y los Siros vinieron á Elath, y habitaron allí hasta hoy.
7
Entonces Achâz envió embajadores á Tiglath-pileser rey de Asiria, diciendo: Yo soy tu siervo y tu hijo: sube, y defiéndeme de mano del rey de Siria, y de mano del rey de Israel, que se han levantado contra mí.
8
Y tomando Achâz la plata y el oro que se halló en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa real, envió al rey de Asiria un presente.
9
Y atendióle el rey de Asiria pues subió el rey de Asiria contra Damasco, y tomóla, y trasportó los moradores á Kir, y mató á Resín.
10
Y fué el rey Achâz á encontrar á Tiglath-pileser rey de Asiria en Damasco y visto que hubo el rey Achâz el altar que estaba en Damasco, envió á Urías sacerdote el diseño y la descripción del altar, conforme á toda su hechura.
11
Y Urías el sacerdote edificó el altar conforme á todo lo que el rey Achâz había enviado de Damasco, así lo hizo el sacerdote Urías, entre tanto que el rey Achâz venía de Damasco.
12
Y luego que vino el rey de Damasco, y hubo visto el altar, acercóse el rey á él, y sacrificó en él
13
Y encendió su holocausto, y su presente, y derramó sus libaciones, y esparció la sangre de sus pacíficos junto al altar.
14
Y el altar de bronce que estaba delante de Jehová, hízolo acercar delante de la frontera de la casa, entre el altar y el templo de Jehová, y púsolo al lado del altar hacia el aquilón.
15
Y mandó el rey Achâz al sacerdote Urías, diciendo: En el gran altar encenderás el holocausto de la mañana y el presente de la tarde, y el holocausto del rey y su presente, y asimismo el holocausto de todo el pueblo de la tierra y su presente y sus libaciones: y esparcirás sobre él toda la sangre de holocausto, y toda la sangre de sacrificio: y el altar de bronce será mío para preguntar en él.
16
E hizo el sacerdote Urías conforme á todas las cosas que el rey Achâz le mandó.
17
Y cortó el rey Achâz las cintas de las basas, y quitóles las fuentes quitó también el mar de sobre los bueyes de bronce que estaban debajo de él, y púsolo sobre el solado de piedra.
18
Asimismo la tienda del sábado que habían edificado en la casa, y el pasadizo de afuera del rey, mudólos del templo de Jehová, por causa del rey de Asiria.
19
Lo demás de los hechos de Achâz que puso por obra, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?
20
Y durmió el rey Achâz con sus padres y fué sepultado con sus padres en la ciudad de David: y reinó en su lugar Ezechîas su hijo.

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2 Rys 17


1
EN el año duodécimo de Achâz rey de Judá, comenzó á reinar Oseas hijo de Ela en Samaria sobre Israel y reinó nueve años.
2
E hizo lo malo en ojos de Jehová, aunque no como los reyes de Israel que antes de él habían sido.
3
Contra éste subió Salmanasar rey de los Asirios y Oseas fué hecho su siervo, y pagábale tributo.
4
Mas el rey de Asiria halló que Oseas hacía conjuración: porque había enviado embajadores á So, rey de Egipto, y no pagaba tributo al rey de Asiria, como cada año: por lo que el rey de Asiria le detuvo, y le aprisionó en la casa de la cárcel.
5
Y el rey de Asiria partió contra todo el país, y subió contra Samaria, y estuvo sobre ella tres años.
6
En el año nueve de Oseas tomó el rey de Asiria á Samaria, y trasportó á Israel á Asiria, y púsolos en Hala, y en Habor, junto al río de Gozán, y en las ciudades de los Medos.
7
Porque como los hijos de Israel pecasen contra Jehová su Dios, que los sacó de tierra de Egipto de bajo la mano de Faraón rey de Egipto, y temiesen á dioses ajenos,
8
Y anduviesen en los estatutos de las gentes que Jehová había lanzado delante de los hijos de Israel, y en los de los reyes de Israel, que hicieron
9
Y como los hijos de Israel paliasen cosas no rectas contra Jehová su Dios, edificándose altos en todas sus ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fuertes,
10
Y se levantasen estatuas y bosques en todo collado alto, y debajo de todo árbol umbroso,
11
Y quemasen allí perfumes en todos los altos, á la manera de las gentes que había Jehová traspuesto delante de ellos, é hiciesen cosas muy malas para provocar á ira á Jehová,
12
Pues servían á los ídolos, de los cuales Jehová les había dicho: Vosotros no habéis de hacer esto
13
Jehová protestaba entonces contra Israel y contra Judá, por mano de todos los profetas, y de todos los videntes, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme á todas las leyes que yo prescribí á vuestros padres, y que os he enviado por mano de mis siervos los profetas.
14
Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios.
15
Y desecharon sus estatutos, y su pacto que él había concertado con sus padres, y sus testimonios que él había protestado contra ellos y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las gentes que estaban alrededor de ellos, de las cuales les había Jehová mandado que no hiciesen á la manera de ellas:
16
Y dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, é hiciéronse vaciadizos dos becerros, y también bosques, y adoraron á todo el ejército del cielo, y sirvieron á Baal:
17
E hicieron pasar á sus hijos y á sus hijas por fuego y diéronse á adivinaciones y agüeros, y entregáronse á hacer lo malo en ojos de Jehová, provocándole á ira.
18
Jehová por tanto se airó en gran manera contra Israel, y quitólos de delante de su rostro que no quedó sino sólo la tribu de Judá.
19
Mas ni aun Judá guardó los mandamientos de Jehová su Dios antes anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales habían ellos hecho.
20
Y desechó Jehová toda la simiente de Israel, y afligiólos, y entrególos en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia.
21
Porque cortó á Israel de la casa de David, y ellos se hicieron rey á Jeroboam hijo de Nabat y Jeroboam rempujó á Israel de en pos de Jehová, é hízoles cometer gran pecado.
22
Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados de Jeroboam que él hizo, sin apartarse de ellos
23
Hasta tanto que Jehová quitó á Israel de delante de su rostro, como lo había él dicho por mano de todos los profetas sus siervos: é Israel fué trasportado de su tierra á Asiria, hasta hoy.
24
Y trajo el rey de Asiria gente de Babilonia, y de Cutha, y de Ava, y de Hamath, y de Sepharvaim, y púsolos en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel y poseyeron á Samaria, y habitaron en sus ciudades.
25
Y aconteció al principio, cuando comenzaron á habitar allí, que no temiendo ellos á Jehová, envió Jehová contra ellos leones que los mataban.
26
Entonces dijeron ellos al rey de Asiria: Las gentes que tú traspasaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no saben la costumbre del Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en ellos, y he aquí los matan, porque no saben la costumbre del Dios de la tierra.
27
Y el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allí á alguno de los sacerdote que trajisteis de allá, y vayan y habiten allí, y enséñenles la costumbre del Dios del país.
28
Y vino uno de los sacerdotes que habían trasportado de Samaria, y habitó en Beth-el, y enseñóles cómo habían de temer á Jehová.
29
Mas cada nación se hizo sus dioses, y pusiéronlos en los templos de los altos que habían hecho los de Samaria cada nación en su ciudad donde habitaba.
30
Los de Babilonia hicieron á Succoth-benoth, y los de Cutha hicieron á Nergal, y los de Hamath hicieron á Asima
31
Los Heveos hicieron á Nibhaz y á Tharthac y los de Sepharvaim quemaban sus hijos al fuego á Adra-melech y á Anamelech, dioses de Sepharvaim.
32
Y temían á Jehová é hicieron del pueblo bajo sacerdotes de los altos, quienes sacrificaban para ellos en los templos de los altos.
33
Temían á Jehová, y honraban á sus dioses, según la costumbre de las gentes de donde habían sido trasladados.
34
Hasta hoy hacen como primero que ni temen á Jehová, ni guardan sus estatutos, ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos que prescribió Jehová á los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel
35
Con los cuales había Jehová hecho pacto, y les mandó, diciendo: No temeréis á otros dioses, ni los adoraréis, ni les serviréis, ni les sacrificaréis:
36
Mas á Jehová, que os sacó de tierra de Egipto con grande poder y brazo extendido, á éste temeréis, y á éste adoraréis, y á éste haréis sacrificio.
37
Los estatutos y derechos y ley y mandamientos que os dió por escrito, cuidaréis siempre de ponerlos por obra, y no temeréis dioses ajenos.
38
Y no olvidaréis el pacto que hice con vosotros ni temeréis dioses ajenos:
39
Mas temed á Jehová vuestro Dios, y él os librará de mano de todos vuestros enemigos.
40
Empero ellos no escucharon antes hicieron según su costumbre antigua.
41
Así temieron á Jehová aquellas gentes, y juntamente sirvieron á sus ídolos: y también sus hijos y sus nietos, según que hicieron sus padres, así hacen hasta hoy.

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Lucas 7

1-35
1
Y COMO acabó todas sus palabras oyéndole el pueblo, entró en Capernaum.
2
Y el siervo de un centurión, al cual tenía él en estima, estaba enfermo y á punto de morir.
3
Y como oyó hablar de Jesús, envió á él los ancianos de los Judíos, rogándole que viniese y librase á su siervo.
4
Y viniendo ellos á Jesús, rogáronle con diligencia, diciéndole: Porque es digno de concederle esto
5
Que ama nuestra nación, y él nos edificó una sinagoga.
6
Y Jesús fué con ellos. Mas como ya no estuviesen lejos de su casa, envió el centurión amigos á él, diciéndole: Señor, no te incomodes, que no soy digno que entres debajo de mi tejado
7
Por lo cual ni aun me tuve por digno de venir á ti mas di la palabra, y mi siervo será sano.
8
Porque también yo soy hombre puesto en potestad, que tengo debajo de mí soldados y digo á éste: Ve, y va y al otro: Ven, y viene y á mi siervo: Haz esto, y lo hace.
9
Lo cual oyendo Jesús, se maravilló de él, y vuelto, dijo á las gentes que le seguían: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
10
Y vueltos á casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo.
11
Y aconteció después, que él iba á la ciudad que se llama Naín, é iban con él muchos de sus discípulos, y gran compañía.
12
Y como llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que sacaban fuera á un difunto, unigénito de su madre, la cual también era viuda: y había con ella grande compañía de la ciudad.
13
Y como el Señor la vió, compadecióse de ella, y le dice: No llores.
14
Y acercándose, tocó el féretro: y los que lo llevaban, pararon. Y dice: Mancebo, á ti digo, levántate.
15
Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó á hablar. Y dióle á su madre.
16
Y todos tuvieron miedo, y glorificaban á Dios, diciendo: Que un gran profeta se ha levantado entre nosotros y que Dios ha visitado á su pueblo.
17
Y salió esta fama de él por toda Judea, y por toda la tierra de alrededor.
18
Y sus discípulos dieron á Juan las nuevas de todas estas cosas: y llamó Juan á dos de sus discípulos,
19
Y envió á Jesús, diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, ó esperaremos á otro?
20
Y como los hombres vinieron á él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado á ti, diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, ó esperaremos á otro?
21
Y en la misma hora sanó á muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos y á muchos ciegos dió la vista.
22
Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, dad las nuevas á Juan de lo que habéis visto y oído: que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, á los pobres es anunciado el evangelio:
23
Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí.
24
Y como se fueron los mensajeros de Juan, comenzó á hablar de Juan á las gentes: ¿Qué salisteis á ver al desierto? ¿una caña que es agitada por el viento?
25
Mas ¿qué salisteis á ver? ¿un hombre cubierto de vestidos delicados? He aquí, los que están en vestido precioso, y viven en delicias, en los palacios de los reyes están.
26
Mas ¿qué salisteis á ver? ¿un profeta? También os digo, y aun más que profeta.
27
Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz, El cual aparejará tu camino delante de ti.
28
Porque os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista: mas el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.
29
Y todo el pueblo oyéndole, y los publicanos, justificaron á Dios, bautizándose con el bautismo de Juan.
30
Mas los Fariseos y los sabios de la ley, desecharon el consejo de Dios contra sí mismos, no siendo bautizados de él.
31
Y dice el Señor: ¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación, y á qué son semejantes?
32
Semejantes son á los muchachos sentados en la plaza, y que dan voces los unos á los otros, y dicen: Os tañimos con flautas, y no bailasteis: os endechamos, y no llorasteis.
33
Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan, ni bebía vino, y decís: Demonio tiene.
34
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.
35
Mas la sabiduría es justificada de todos sus hijos.

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